30 de mayo de 2011

Cinco pisos

A mi alrededor caras familiares
que no van a ni ninguna parte,
no tienen expresión,
no tienen mañana.

¿A dónde irán mis recuerdos cuando yo ya no esté?
¿Dónde irán mi alegría, mis ganas de vivir y de amar?
Mis abrazos, mis lecciones de vida, mi yo,
sólo yo,
no estarán ya al alcance de nadie,
ni de mí misma.
Quizás eso sea lo que me apena,
las tazas de dificultad que la gente agrega al aprecio de lo sencillo,
lo de cada día.

Y la vida, la gente va pasando,
sin saber muy bien por qué sonreír o dejar ir un comentario insolente.
Somos todos tan insignificantes,
tan sencillos,
y no sé por qué extraña razón queremos ser otra cosa...
crecer, inflarnos como el maíz y ser palomitas de otro cine.
¿Para qué?
Este mundo no es tan malo, lo hemos gastado, lo hemos usado…
Convencida estoy que si el ser humano volviese a existir volvería a repasar todas y cada una de sus huellas,
como el camino de un caracol,
invisible y pegajoso.

La gente camina en círculo
y los niños cada día esperan con más intensidad el día de su cumpleaños.
Yo ya no quiero cumplir ni descumplir.
Ya me quedo quieta sentada en estas escaleras,
en el quinto piso, llueve y me acuerdo de ti,
y del resto del mundo.

19 de mayo de 2011

Mirlo blanco

Mamá, sólo esperé el momento adecuado para salir.
Cuando no molestase, cuando nadie se diera cuenta que estaba.
Me posé sobre la rama del mismo árbol,
tantito más arriba,
para ver más alto
y no perderme nada de lo que pase.
Sólo quiero volar sola,
desanudar mis alas.

Recuerdo siempre diciéndome 'más rara que un mirlo blanco'.
Recuerdo la sangre en mis manos, el momento de partir,
pasar la línea...
Recuerdo lo dulce del verano sin preocupaciones,
el frío del invierno con los calcetines mojados.

Aunque este mirlo blanco vuele solo y lejos,
siempre regresa,
siempre está
y no está,
como que mira sin mirar
a través de la ventana
por la que ve a todos jugar.

Miro hacia atrás pero no puedo ver ya el arco iris.
No quiero imaginar ni recordar
Quiero volar por encima de las nubes,
otra vez,
lejos.

Ayuda del viento, del sol y del agua.
Mirlo blanco sabe coser botones.
Sólo estaba esperando el momento justo para aparecer.
 

9 de mayo de 2011

Noche larga

Es en tu mano que yo duermo,
es tu boca que me besa,
es el frío de tu cuerpo que me calienta.
Primer sorbo de luz que hacia la montaña aparto,
entre tinieblas existo,
y con flores no sé jugar.