22 de abril de 2011

Ansiedad, angustia y desesperación

Penetra la mirada
recordando imágenes fijas.
La semiótica de nuestras palabras
no entiende de licencias racionales,
sólo de pensamiento laxo,
opcional pero escogido,
aún así, pragmático,
a priori;
nunca me ha preocupado mucho.
La duda es un pretexto para seguir amándote.

15 de abril de 2011

15 de abril, sin billete de vuelta

Este es un pasaje de la más bella historia del amor.


Hace hoy dos años justos que te conocí,
después de muchas horas al otro lado del mar,
de muchas ilusiones escritas, humanas.

Llegué a ti una tarde tranquila y oscura,
casualmente, mi hora favorita del día.
Recuerdo que a media noche olía todo a guayaba,
hacía mucho calor y te agarré de la mano.
Me diste dulce de tamarindo
y yo te di confianza.
Luego, sin saberlo ninguno,
alumbraste mi primera noche en ti
y las muchas siguientes que pasamos juntos.

Ahora estoy lejos pero te llevo conmigo,
siempre,
a donde quiera que voy,
donde quiera que estoy,
hablo de ti a todos mis amantes,
de tus encantos y maldades.

Prometo no decir una palabra más
ni hacer un simple gesto
de todo lo que compartimos en ese tiempo.
Prometo volver a besarte,
a comerte,
a pisarte,
a respirar en ti.

Prometo no dejar de amarte como lo hice desde,
hace hoy,
justo,
dos años.



DFeliz aniversario.



Jamás regresaré a otros que no sean tus brazos; sólo tú.

8 de abril de 2011

Ensueño

Muchas dualidades, muchas perspectivas y muchas opciones
pero sólo unas ganas parecidas a las de ser tuya.
La verdadera historia de esta entrega ya ha comenzado,
sin distinguir bien su inicio,
ya una parte de mí te pertence.
Ya algunos de mis latidos resuenan en mi pecho por ti.
Cuando juré que nunca más,
cuando creí la batalla sesgada
se remonta la brisa desde el fondo del mar
y me trae a ti, de nuevo,
como en dulce reconciliación.
Posibilidades múltiples de una misma historia
que de una sola forma es contada
y de dos es vivida.
Posibilidad única de amarte,
de encontrarme al final de la escalera
y volar hacia ti.
  

1 de abril de 2011

Definitiva sed de ti

Y siempre y a las cinco de la tarde
se posa una pega en la rama de aquel árbol.
Las dos a la misma altura,
la una aburrida, la otra descansando.
Las hojas se mueven despacio
como el tiempo que pasa a mi lado.
Pero ella vuela ágil, repentina
y yo parezco estar colgada de un hilo danzante
que no hace más que dar círculos a través del mismo pensamiento.
Constante.
Palabras, palabras y más palabras,
se apretujan en mi mente vacía.
Respiración torcida, entrecerrados los ojos,
la pluma ya se descargó
y me asusta la noche,
esa que cada mañana espero,
esa que agita mi moral,
esa que me lanza otro beso,
y se queda al pie de la escalera,
acabando el último cigarro.