23 de junio de 2011

Me alejé sin darme cuenta

  
¿Por qué?


¿Por qué me echaste de tu lado?

Bailábamos nuestras canciones como un vuelo ligero y de colores.
Nunca entenderé por qué lo hiciste caer,
por qué lo destrozaste con tus juegos de poder...
Podría yo haber sido la causante de tu desamor,
pero no merecí nunca esas pruebas, esas miradas de fuego...

Para vivir así en miradas transparentes,
sin recibir tu luz definitivamente...
Nubes, van, van, y van pasando
pero aquella luz me sigue iluminando.

Estás lejos pero estás dentro.
Sales, te entretienes con mis cabellos.
Lloro, y vuelves a buscar tu lugar en mi corazón;
cómodo, caliente y seguro.
Ahí te guardo,
ahí aprendí a vivir sin dejar de amarte.




¡Qué lejos, azul, el cielo,
de la tierra pobre! Pero
los dos son el día bueno.
  

Juan Ramon Jiménez