29 de noviembre de 2010

¿Arte?... Puro invento

Según el Diccionario RAE, ARTE procede del latín “ars, artis”, y este calco del griego τέχνη (techne), y se define como: Virtud, disposición y habilidad para hacer algo; o como Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
RAE 2006

A veces la palabra arte se me antoja como prepotente, estática, invento de unos pocos para unos muchos.
Tengo muy claro, desde hace mucho tiempo, que todo es un invento, una casualidad, que no me importa nada pero me importa todo. El mundo tal como lo vemos es una concepción creada por el ser humano para poder sobrevivir, dar sentido y respuestas a las preguntas que se hace continuamente. El mundo del ser humano está hecho para el ser humano.
Todo gira sobre sí mismo y sobre nada. Perdemos la cordura como si alguna vez la hubiésemos tenido.
No es triste aunque lo quiera ser. Para mí el arte es hoy un conglomerado de intereses que, digo, bajo mi absoluta ignorancia, nació ayer de una necesidad “legítima”: la comunicación (caballos de altamira).
Hoy día, al menos en el mundo que me rodea, creo que la sociedad está más interesada en desentenderse que en lo contrario. Así pues, no tengo mucho que hacer a no ser que crea en las batallas "perdidas".

Actualmente, el "arte" tiene muchas personalidades; es como si fuera un ser humano esquizofrénico que se cobija donde más le conviene en cada momento. No creo en él realmente. Me recuerda a conceptos absolutistas, y la hora, inútiles, como Dios o la política.
“Artistas” somos todos. Artistas que conocen el “método establecido” (y en constante cambio, por tanto, libre) hay alguno que otro;  lo usan e incluso lo mejoran en función de sus propios criterios e intereses.
Mi postura es muy escéptica y necesita mucha más experiencia para convencerme a mí misma, pero esto es lo que puedo decir ahora al respecto.
Arte es crear. Todos somos creadores, ya sea de una palabra nueva o de una reproducción de una pintura conocida. Sólo distingo en el “arte" una utilidad real: la evaluación de las creaciones humanas sea cual sea su intención primera y última para llegar a un entendimiento ¿productivo?
Es un juego lleno de convencionalismos cambiantes que mide métodos, técnicas y procedimientos también cambiantes… que utilizan algunos creadores para expresar una emoción concreta intencionalmente. Ya estaría hablando de modos definidos de creación por parte del ser humano, como serían un cuadro, una canción, un poema… etc.
No creo en verdades absolutas. Sólo sé que no sé nada realmente, con lo que mis palabras son sólo yo, y yo no soy nada, creo que soy una duda.

A veces tengo un sueño que, aunque pareciera angustioso, me resulta agradable, y creo que tiene sentido incluirlo ahora.
Sueño que me despierto y que todo es como “siempre”, excepto que soy transparente. Me gusta porque nadie se da cuenta que estoy pero estoy, y así veo cómo funciona todo sin que nadie me pregunte por qué lo quiero saber. Soy una duda de existencia contante. Si estoy muerta o viva no cambia nada para mí ni para nadie realmente, pero yo sigo ahí. Es genial, cuando me despierto, saber que puedo disfrutar tanto como pueda porque estoy viva, y puedo ver que la gente me pregunta por qué lo pregunto todo, por qué necesito siempre saber más… Es genial, porque es un juego en el que no sé nada pero lo sé todo. Sé que la incertidumbre mata pero el desapego se la come.
No existe la felicidad ni nada parecido. ¿Cuándo funcionará todo más acorde con la tierra? Seguramente nunca. Mientras, sigo aquí, eligiendo qué ser entre tantas posibilidades.
Cuando pinto en mi libreta, cuando escribo, no sé si será tan siquiera leído, y si lo es, nadie, ni siquiera yo al cabo de unos años, podré sentir lo que siento ahora mismo mientras lo hago.
Quizás mi postura sea muy radical o sea un autoengaño o lo que quieras decirme; todo es válido, pero es ésta y no tiene miedo a cambiar. Mucha gente me trata de loca y se va, otra se queda a compartirse conmigo y también se va, pero contenta, satisfecha consigo misma. Por eso digo que todo es relativo y que no se pueden poner reglas al juego de la vida, a la creación.
Es legítimo que algunos jugadores quieran establecer reglas, pero creo que siempre hay un juego paralelo en el que los participantes sólo quieren ser y dejar ser al compañero. Sólo quieren emocionarse sin más, en silencio, mirar unos colores, recordar un olor o escuchar un estribillo que hace te hace vibrar sin entender por qué. Como dije en otra entrada, funcionamos mucho mejor a través de la intuición que de la razón; ahora ya “hay estudios”.
Creo que eso es lo mejor que podemos hacer en cuanto a este tema: comunicarnos (crear-nos) como mejor podamos tratando de respetarnos a nosotros mismos. Si para ello tenemos que hacer un dibujo técnico o dar un beso, hagámoslo, pero no dejemos que la percepción de los demás ponga límites a nuestra creación.

Sólo se admiten discusiones productivas.

En otro momento, la RAE, que es una herramienta de comunicación común, promulgó:

arte. ‘Actividad humana que tiene como fin la creación de obras culturales’, ‘conjunto de habilidades, técnicas o principios necesarios para realizar una determinada actividad’, ‘instrumento que sirve para pescar’ y ‘maña o habilidad’.

Creo que se define por sí mismo y creo que no está en desacuerdo con mi visión de los hechos...:
Sólo el ser humano contempla este concepto por tanto sólo él es responsable de actuar en acuerdo o desacuerdo a él. Eximo al resto de la naturaleza. El humano es el punto de partida y de llegada. La creación de obras culturales es un fin en sí mismo, y también es una actividad sin la que el ser humano no tiene sentido como miembro de un grupo social. La segunda acepción se refiere al juego del que hablaba antes; y las otras dos acepciones las dejo tranquilas porque no sé por dónde cogerlas.

El arte nació en la humilde necesidad primaria de comunicarse, de comprenderse, de crecer y se ha convertido en una herramienta para separarnos, diferenciarnos, hostilizar el medio.
Imagen:
Un niño que juega en el suelo mojado; su madre le regaña mucho, él se enoja y se va a la esquina de su cuarto, replegado en su cuerpo, esperando que ella venga a darle un beso y una taza de chocolate caliente.
El arte es un capricho que no deja vivir a gusto.

Entender es percibir el significado de algo, aunque no se comprenda.
Comprender es hacer propio lo que se entiende y actuar congruentemente con ello.


La cumbiera intelectual dice... El arte es el valor que tú le das a las cosas.

Unas copas bailando encima de un mantel sin que nadie las vea (Amelie, Jean Pierre Jeunet) pueden ser arte o pueden ser sólo cristal que flota en el aire. Yo puedo llorar ante esa escena porque me trasmite una emoción de la que puedo incluso no ser consciente. Lo que no es posible es que me deje indiferente a no ser que mis sentidos estén dañados.
El arte es todo en sí mismo al mismo tiempo que es el valor que cada cual le da a lo que percibe.
No tomaré una postura etnocéntrica. Me limitaré a observar e intentar comprender-te desde mi entendimiento.
Después de decir todo esto quiero dejar claro que esta es una opinión sin suficiente fundamiento porque no tengo una formación especializada en "arte" exceptuando el bachiller artístico así como mi curiosidad por la pintura, escritura, etc., a nivel académico, conversaciones, colaboraciones, etc. con amigos que se dedican a la producción artística, a nivel laboral, y mi percepción subjetiva de la dinámica de la sociedad actual en la que vivo, a nivel analítico.

... y para los que no se quieren complicar demasiado con esta entrada...


MUTO (constructo de otra realidad)

6 de noviembre de 2010

Manual de instrucciones para humanos

Sentir que no te ha dado tiempo a nacer y te están matando.

Silvia, la profe que mencioné hace tres entradas, me ha dicho que puedo seguir la línea que "quiera" en este blog. Dice que no debemos tener miedo a escribir, que nos expresemos, que dejemos ir los dedos, y que yo lo estoy haciendo bien.
No me gusta que lo diga delante de toda la clase, todavía no sé muy bien por qué. Desde pequeña tiendo a ponerme nerviosa cuando me observan de ese modo, si me dicen que estoy haciendo algo bien... A veces me paro a pensar sobre ello y buscando la fuente de esta incohenrecia... siempre acabo encontrando que se debe a la combinación de mi personalidad y la falta, por parte de mis pobres padres, de seguridad y confianza en mí misma, que con los años tuve que desarrollar enfrentándome a mis enemigos, dándome cuenta de que sin ellos yo no sería la mujer fuerte que soy hoy.
Por cierto, estoy intentando reeducar esta parte de mí, así como otras... pero cuesta... paciencia. Ojalá mi mente fuera más flexible, pero hoy día no lo es.

Es difícil seducir a alguien mediante lágrimas, quizás por eso no magnifico los halagos rápidos (como buen capricornio) cuando no siento que son profundos ni han tenido una trayectoria fiable... son sólo una apariencia. Es decir, me gusta recibir elogios y piropos de mil maneras y de cualquier persona... porque son agradables. Sin embargo, cuando estoy relajada y contenta, cuando me siento en sintonía conmigo misma, esos elogios llegan inlcluso a molestarme, porque sé que es muy fácil hacer un intercambio de halagos baratos en el que las dos partes "queden bien".
Pareciese lo contrario, y quisiera saber qué sienten los demás al respecto, pero a mí no me seduce la apariencia. Ya puede venir Johny Deep y llevarme a cenar al restaurante más caro y bonito de Barcelona, que si empieza a decirme que por qué agarro los cubiertos al revés, "lo hemos perdido".
Por eso, siento que tiene un valor mucho más profundo el hecho de conocerse y conocer al otro internamente. Porque cuando comprendes el significado de aceptar la realidad y observarla como si fueras un espectador, eres capaz de ser imparcial, de reconocer errores y aciertos en ti, de combinarlos hasta producir una sensación de bienestar, de integración... y es a partir de este momento que uno empieza a seducirse a sí mismo y a los demás.
Si no te encuentras, si el cuarto está oscuro nunca podrás mirarte al espejo, y si no te puedes ver reflejado, tampoco podrás gustarte... Estarás atrapado  por tu propia ceguera, por tu ignorancia. Es un proceso muy rico, apasionante, el de buscarte a tí mismo, el de llevarte al límite... y a veces muy duro y cruel, interminable sobre todo, pero al fin, prefiero emprenderlo que quedarme esperando la muerte.
Si cada quien tuviera la voluntad de enfrentarse y superar sus propios monstruos, todas las buenas palabras serían reales y profundas, pues toda persona tendría la prudencia y sabiduría necesarias para saber emitirlos y recibirlos.
Después de millones de años de oscuridad, la sociedad occidental está empezando a saber gestionar sus emociones y tiene la oportunidad ahora de aprender a perder este miedo maldito que no nos deja vivir en sintonía los unos con los otros. Tenemos que cambiar los patrones de seducción, pues es ésta un don necesario que se mueve también por valores, valores cambiantes, cada vez más personales dentro de una sociedad cada vez más personalizada (aunque todos venimos de la misma fábrica y funcionamos con el mismo manual de instrucciones).
Podemos ser los seres conscientes de sí mismos más felices de este planeta llamado Tierra, sin embargo  ahora mismo sólo me preocupa si esta noche "seré la más guapa de la fiesta..." Eso es la antiseducción en persona.
La solución en la experiencia:
En los últimos años de mi vida he ido a fiestas en las que me he aburrido mucho. Cuando pasa esto yo siempre trato de que mi cerebro no se desconecte del hilo de la situación pero casi nunca lo consigo durante mucho tiempo seguido... así pues, simplemente me dejo fluir hacia donde mi cuerpo, intuitivamente, me lleva. En la  mayoría de las fiestas hay música, así que lo normal es que me ponga a bailar.
Esta es mi manera de seducirme. Aceptar la  supuesta realidad y "manipularla" para crear otra en la que me sienta más cómoda. Siempre trato de mantener atención sobre la situación más objetiva pero ésta no es la que dirige mis pensamientos.
Me gusta ser yo, me gusta pensar así. Me gusta atorarme y salir a la azotea a desatascar mi cabeza de pensamientos innecesarios.
Hay gente que me aprecia mucho así como soy yo, y hay gente que no me soporta; supongo que éstos últimos no se han detenido a conocerse a sí mismos ni un poquito, o lo que es mucho peor, lo han hecho, no les ha gustado lo que han visto y han preferido mirar hacia otro lado, adoptando una falsa identidad, varios retazos de otros. Falsas apariencias. De las que no me agradan.

"Lo invisible determina la calidad de lo visible".

Me gustaría saber qué pretende Silvia Burset con nosotros pero creo nunca lo sabré y así es mejor. A mí también me gusta tender trampas a la vida y sorprenderme con lo que he cazado. A veces un zapato, típica imagen de Forrest Gump con Bubba cuando el negocio no funcionaba; otras veces cazo miradas fugaces, o me encuentro tesoros que la gente tira a la calle noctura barcelonesa. A veces, como dice Punset, tener menos información es más útil.
A mí me gusta arriesgar-me y muchas veces he pensado que no quisiera vivir si no pudiese llorar o vibrar cuando estoy al borde del precipicio.

Yo quisera sonreir todo el rato para que mi cerebro tuviera forma de sonrisa.

Imagen:
Saliendo de la ducha, con el pelo en la toalla, he subido a la azotea. Necesito sol, energía, música. Necesito seducirme.
Por eso me gusta la vida, porque en ella siempre entiendo la intuición como punto de inflexión para seducirme a mí misma.

Felicidad es olvidar lo material, buscar el bienestar de tu entorno.